jueves, 23 de julio de 2009

El pelaje

El pelo es la más obvia de las estructuras cutáneas. El gato se caracteriza por la presencia de un pelaje particularmente denso (de 800 a 1600 pelos por cm2) en comparación con otras especies. Brotando de unos hoyos diminutos, llamados folículos, en la dermis puede haber hasta 200 pelos por mm² en el vientre, y como la mitad en el dorso. Los folículos están reunidos en grupos de diez a veinte pelos, consistentes en dos o tres pelos primarios y numerosos pelos secundarios. En el vientre suelen haber unos 25 pelos secundarios por cada pelo de protección y aproximadamente la mitad de esa proporción está en el dorso. Estos dos tipos de folículos pilosos se clasifican del siguiente modo:
  • Los primarios o de protección forman el basto pelaje superior, que sale de folículos individuales. Cada folículo primario contiene un pelo denominado «de cobertura», relativamente espeso y largo, rodeado de pelos secundarios, más finos y cortos y a menudo desprovistos de músculo erector o de glándulas sebáceas, que constituyen el subpelo.

  • Los pelos secundarios, más finos, que forman el suave vello subyacente, crecen en grupos desde orificios (folículos) comunes. Estos pelos secundarios o pelusa son de diversas formas: unos de tipo cerdoso y punta engrosada y otros finos y ondulados que forman la pelusa propiamente dicha.

Además de esos pelos, están los sensibilísimos bigotes o vibrisas, localizados en la cara; que brotan de un tipo de folículo especial. Están emparentados con ellos las pestañas, a la vez que en la parte de atrás de las patas delanteras puede haber grupos de vibrisas, llamados pelos carpianos; son muy sensibles al tacto y caracterizan a aquellos carnívoros que emplean las patas delanteras para coger la presa.

A: epidermis
B: dermis
1: pelo principal
2: pelo secundario
3: folículo piloso
4: glándulas sebáceas
5: terminales nerviosas
6: receptores nerviosos
7: glándula apocrina
8: músculos erectores


La longitud general y la proporción de los tipos de pelo varía de una raza a otra, y en algunas brillan por su ausencia los de protección. El pelaje de los gatos es muy variado, será mas o menos largo, según la raza. El color y el esquema del pelaje varían también con la raza, y dependen de la presencia, proporciones y distribución de los pigmentos, siendo su coloración desde unicolores a jaspeados y rayados de diferentes colores. Originalmente, los primeros gatos domésticos eran de color castaño grisáceo con manchas más oscuras, color que proporciona un camuflaje excelente en varios entornos. El resto de colores y dibujos son el resultado de mutaciones genéticas: por ejemplo, los pelajes de colores sólidos, como el negro o el azul ( gris azulado), se deben a un gen que suprime las franjas o rayas; el pelaje rojizo, se debe a un gen que transforma el pigmento negro en rojizo. El pelaje blanco es el resultado de un gen que suprime completamente toda formación de pigmento. Los pigmentos negro y anaranjado forman la base original de todas las coloraciones del gato doméstico moderno. Estos pigmentos se pueden combinar entre sí, o con el color blanco (ausencia de pigmento). Un solo gen, el gen O (de orange), determina si el pelaje de un gato contiene pigmento anaranjado o negro. Podemos imaginar el gen O como un interruptor que está encendido (pigmento anaranjado) o apagado (pigmento negro). Este gen está situado en el cromosoma X, por lo que su herencia está relacionada con el sexo.

Además de su aspecto estético, el pelaje del gato tiene numerosas funciones. La función principal es la protección de la piel y del cuerpo del animal, como aislante térmico, como defensa contra la deshidratación y como barrera física contra los agentes externos (radiaciones UV, golpes).
  • El pelaje ofrece al animal una eficaz protección térmica, que se ve aumentada por el subpelo, que forma una segunda capa de pelos mas finos. Además, el no tener glándulas sudoríparas provoca que en épocas calurosas se produzca un recalentamiento del cuerpo: como no pueden producir sudor, para provocar el refrescamiento por medio de la evaporación del sudor, al lamerse y mantener alisado el pelo, ayudan a mantener una temperatura óptima, pues la cantidad de saliva que depositan en el pelo, al evaporarse disminuye la temperatura corporal.

  • Los gatos no son capaces de producir por si solos la vitamina D, la cual es necesaria en su dieta, sólo son capaces de presintetizar este componente vital, la parte restante del proceso, la realiza el sol en el pelo. Cuando un gato toma baños de sol, luego se lame, y de esta forma, adquiere la vitamina D, de su propio pelo.
  • El sebo, segregado por las glándulas sebáceas, es un abrillantador del pelo, pero tiene también una función protectora contra los agentes infecciosos.
  • El pelaje desempeña también una función de comunicación. El erizamiento del pelo, por la acción de los músculos erectores, permite emitir señales intraespecíficas o interespecíficas.

El gato muda el pelo aproximadamente dos veces al año. La renovación del pelaje en el gato es a la vez estacional y gradual. En condiciones naturales, esta muda es franca y permite al animal adaptarse a las condiciones climáticas. En las condiciones de vida doméstica de algunos gatos (es decir, en presencia de luz artificial y de temperatura controlada durante todo el año), el fenómeno tiende a prolongarse y a ser más irregular, aunque siempre se observa un pico estacional. En pleno invierno, la actividad de crecimiento de los pelos es, paradójicamente, débil. A continuación se produce un periodo de dos a cuatro meses de intensa actividad, en primavera, cuando el crecimiento diario del pelo es de 0,3 mm por término medio para el gato adulto. Esta fase de reinicio de la actividad se caracteriza por el incremento de la caída del pelo: es la muda. El pelo nuevo expulsa al antiguo de su folículo. El crecimiento máximo se produce al final del verano, a principios de septiembre para el hemisferio Norte, para preparar el pelo de invierno. Un pelaje hermoso y denso, como el que se observa en los gatos en el mes de noviembre, es consecuencia del crecimiento del pelo desde la primavera anterior. El descenso de la temperatura y el acortamiento de los días al final del verano aceleran este crecimiento. Durante la época de la muda, los animales ingieren más de dos tercios de los pelos perdidos. Los alimentos secos de gama alta ofrecen diversas soluciones nutricionales eficaces para favorecer la eliminación de las bolas de pelo.
Por último, podemos decir que un pelo erizado, mal peinado, o en desorden, está indicando que ese gato tiene algún problema de salud, y probablemente necesite asistencia médica; así como un gato que ha estado enfermo y comienza a lamerse nuevamente, es señal de que está recuperándose. Un pelaje brillante y suave es signo de salud. El pelo, junto con la piel, es la primera barrera del gato frente a las agresiones externas. Mantenerlo en óptimas condiciones no sólo expresará la máxima belleza del gato sino, también, le hará más resistente a agentes patógenos o ambientales. Para ello el felino elimina los pelos muertos y ordena y airea el pelaje lamiéndose. Como complemento, lo ideal es peinar al gato para airearlo y eliminar los pelos muertos y los mechones que pueden convertirse en nudos responsables de picores y molestias en la piel.

2 comentarios:

  1. Sólo veo un error en este post.
    ¡¡El pelaje de los gatos está hecho para que lo acariciemos los dueños enamorados!! :)

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