miércoles, 17 de junio de 2009

Los amores del cardenal Richelieu

Armand Jean du Plessis, más conocido como Cardenal Richelieu (París, 1585-1642), fue ministro de la guerra bajo el rey Luis XIII, y ha pasado a la historia, entre otras cosas, por haber dirigido las campañas bélicas contra la casa de los Habsburgo y, más en concreto, contra la Corona española y su ministro el Conde-Duque de Olivares.

Distinguido igualmente por su persecución de las brujas, o de las que se suponía como tales, fue sin embargo un enamorado de los gatos, y decimos "sin embargo" porque en aquellos tiempos los gatos estaban, en la mentalidad supersticiosa popular, estrechamente relacionados con el mundo de la hechicería.

Richelieu llegó a tener catorce gatos, que vivían en una habitación vecina a la suya propia. El gusto por los gatos de Richelieu llegó a convertirse en una manía. Cuando se levantaba por las mañanas y cuando se iba a la cama por la noche siempre estaba rodeado por una docena de ellos con los que jugaba, y se deleitaba viéndoles saltar y corretear. Su criadero estaba confiado a dos supervisores: Abel y Teyssandier, que iban mañana y tarde a alimentar a los gatos con pâtes. La historia cuenta que Richelieu firmó la orden para la ejecución del Cinq-Mars, mientras con la otra mano acariciaba a una familia de gatos. Siempre quería tener a mano a un gatito, que cuando crecía era reemplazado por otro de pocos días.
Hay varios registros en relación con los 14 gatos de Richelieu que incluyen sus nombres, descripciones físicas y de temperamento:
- Soumise, la favorita
- Mounard el fogoso, un felino caprichoso y pendenciero
- Gazette, que tenía la costumbre de orinar sobre los invitados que le desagradaban
- Ludovic el Cruel, gran cazador de ratones
- Mimi-Papillon, una gata de angora (uno de los primeros ejemplares de esta raza en Francia)
- Felimare, de aspecto semejante a un tigre
- Ludoviska, de origen polaco
- Roubis sur l'Ongle, un animal muy delicado que apuraba hasta la última gota de leche de su plato
- Serpolet, al que le encantaba tomar el sol
- Príamo y Tisbe, que se convirtieron en una pareja inseparable que siempre dormía con las patitas entrelazadas
- Racan y Perruque ( "Perruque" significa "peluca" en francés). Estos dos gatos recibieron sus nombres por haber nacido entre la enorme peluca de un académico apellidado Racan. El hombre, sin darse cuenta, se puso la peluca con los gatos dentro y se fue a ver a Richelieu. Durante la entrevista comenzó a sentir molestias en la cabeza, y al alzarse la escultural mole de cabello encontró a los dos gatitos, que Richelieu insistió en adoptar.
- Lucifer, un persa negro como el carbón.

El cariño por una mascota o el amor desmedido no conoce de épocas. Uno de los testamentos más antiguos en que se tiene en cuenta a los animales pertenece nada más y nada menos que al Cardenal. En su testamento legó una importante suma a los animales y a sus dos cuidadores, además de una casa y provisiones, pese a lo cual no le sobrevivieron durante mucho tiempo, ya que la Guardia Suiza realizó una auténtica carnicería entre ellos, en venganza por el abuso y la persecución de Richelieu.

6 comentarios:

  1. Detrás de un gran hombre de Dios siempre hay un gato. O muchos, como en este caso.

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  2. Supongo que a mayor grandeza, más gatos, jaja. Por eso yo cada día me voy haciendo más poderosa...

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  3. Me ha gustado mucho esta entrada, el cardenal Richelieu es un señor que me inspira mucha curiosidad!!!

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  4. ¡Sí! a mí también me encantó encontrar esta historia :)

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