En busca de la cola del Manx

El Manx es una de las siete razas, oficialmente reconocidas, de gatos sin cola. La raza contempla dos variedades; los "Stumpy" cuya cola no debe superar los 3 cm., y los “Rumpy”, carentes totalmente de cola y con un orificio al final de la columna vertebral.

Esta raza recibe su nombre en honor a la Isla de Man, en el mar irlandés entre Inglaterra, e Irlanda, de donde es originario. El origen de los manx es incierto, aunque se sabe que son comunes en la isla desde hace trescientos años. Probablemente se desarrollaron de manera natural en ella. Una mutación genética es la causa de la cola reducida, es una mutación en la que el gen dominante acorta la cola, dando por resultado una gama de las longitudes de normal a prácticamente nula. La genética de los manx es dominante y altamente hereditaria; los gatitos de los padres manx nacen generalmente sin ningún tipo de cola. Tener dos copias del gen inhibidor del rabo es mortal y los gatitos generalmente abortan espontáneamente antes de su nacimiento. Esto significa que los gatos sin cola pueden llevar solamente una copia del gen. Aislado de otras razas en la isla, su cualidad de falta de rabo fue transmitida a las nuevas generaciones. Más tarde, los criadores tomaron estos ejemplares como base, desarrollando la raza, cruzando cuidadosamente con ejemplares de rabo completo.

Imagen del Dictionnaire encyclopédique Trousset, París 1886 - 1891.

El verdadero origen de esta raza poco usual se pierde entre cuentos y leyendas. Hay muchas historias de cómo el manx llego a la isla de Man y de cómo las crías perdieron la cola:

- Según una de las leyendas, al llegar el Diluvio, Noé recogió un ejemplar de cada especie en su Arca. Mientras Noé estaba recopilando animales, el gatito manx estaba jugando. De pronto comenzó a llover y Noé cerró apresuradamente la puerta de la nave, lo que provocó que la cola fuese amputada por la puerta. Otra variante dice que un perro a bordo se la mordió.

- La siguiente de estas historias se remonta al tiempo de los fenicios, cuando traían gatos desde el Japón, si esto fuera verdad, el Manx seria una mutación o adaptación de algún gato similar al Bobtail Japonés.

- Otra leyenda describe a los gatos nadando a tierra desde los barcos de la armada española (siempre había gatos a bordo para controlar las ratas). Los manx parecen provenir de algún gato sin cola que llegó en los barcos de la Armada Invencible naufragados frente a esta isla en 1588. También cuentan que las gatas madres cortaban deliberadamente los rabos de sus hijos para evitarles el sufrimiento de caer en manos de tropas invasoras, que colgaban las colas en sus escudos.

- Más fantástico es el relato que propone al manx como descendiente de un gato y un conejo. La razón, además de por la falta de cola, es porque los manx tienen algo más largas las patas traseras que otros gatos, lo que les obliga a caminar de un modo especial, dando la sensación de dar saltos.

- Las postales recientes en la isla de Man representan una escena del gato perdiendo la cola al ser arrollado por una moto, puesto que las motos y los gatos son los iconos de la isla.

Por último, como curiosidad diremos que a principios del siglo XX era muy popular en la zona un juego llamado "Ponerle la cola al manx". Se trata de algo similar a "ponerle la cola al burro". Los competidores con los ojos vendados, y, habiendo sido cada uno de ellos pertrecho con un alfiler y una cola, se dan tres vueltas y deben tratar de poner el rabo a un gato de cartón situado en la pared. El primero que logra el cometido, gana.