martes, 25 de agosto de 2009

¿Poseen los gatos percepción extrasensorial?

La "ciencia popular", ósea la de la gente de la calle, siempre ha atribuido cierto poder de "ver más allá" y de "sentir cosas" a los gatos, quizás por ser uno de los animales que viven más cerca del hombre.


Se han realizado innumerables experimentos para determinar si los animales en general poseen ESP (Percepción Extrasensorial). Incluso con formas primitivas de vida como el "paramecio", un protozoario unicelular que solo es visible a través del microscopio, también se han realizado estudios similares. El experimento con los paramecios consistió en colocar a los animalitos en platos de cristal e impulsarlos en distintas direcciones por medio de la telepatía. Una y otra vez los protozoarios se movieron en la dirección indicada telepáticamente por el investigador. Es decir, el protozoario era capaz de recibir los "mensajes" electromagnéticos enviados por el cerebro humano.


El físico alemán Helmunt Schmidt fue uno de los pioneros en penetrar en la área de la Parasicología con los animales. Experimentó con formas simples de vida, con cucarachas y hasta con su propio gato, pruebas que resultaron altamente satisfactorias. A partir de los años 1960 los estudios de los fenómenos de percepción extrasensorial ya no se basan en anécdotas ni fríos cálculos estadísticos, y los parapsicólogos comienzan a replantearse la hipótesis de sí es únicamente nuestra psique la receptora de la información ESP, o si, además existen otros síntomas de recepción en diversas zonas de nuestro cuerpo. La experimentación con animales y con gatos precisamente demostró que existen mecanismos desconocidos que hacen que el sujeto reaccione físicamente ante circunstancias extremas para él desconocidas a escala consciente.

Otra cualidad notable en estos felinos es su comportamiento ante terremotos, o sismos, cualidad extensible en todos los animales, aunque quizás las mas conocidas sean la de los perros. Los gatos ante estos elementos de la naturaleza desencadenados, muestran una disposición a sentir las primeras vibraciones de la tierra bastante antes que el desastre mismo. Su comportamiento es de anormalidad como todos los animales, aunque en estos felinos se hace notar su especial independencia y generalmente desaparecen del lugar de los hechos, por lo menos, unas horas, siempre sigilosamente y con la majestuosidad que los caracteriza. Quizás esta facultad de presentir estos acontecimientos el hombre la hubiera tenido en tiempos remotos pero al no estar ya tan ligado con la naturaleza, poco a poco se habría perdido.

El profesor A. J. Corringh, investigador de lo paranormal de la década de los años treinta, llegó a la conclusión luego de largas horas de observación, que la salud de las personas se podía detectar observando a los animales de la casa. Cuando el gato en este caso, no experimenta cambio significa que el índice vital de los componentes de su familia es bueno, incluso algunas actitudes del animal pueden ser interpretadas como signos de avisos, premoniciones, o que "algo" altera el entorno. Lógicamente que para esto se necesitaría un método de observación constante y muy especifico sobre el animal, cosa que resulta imposible de realizar, más aún cuando existe un interés creado animal-hombre o viceversa (precisamente por la dependencia del animal al ser domesticado).


Ante la muerte también el gato es sensible y el hecho anormal generalmente lo acusa antes del acontecimiento fatal. En este punto existen una infinidad de anécdotas relacionadas con el tema y que reafirman esta especial sensibilidad gatuna ante un hecho que se avecina a sus amos. En este punto podemos mencionar la famosa historia del sacerdote de la localidad Jéaumes quien sufrió un ataque cataléptico y su familia procedió a enterrarlo. Cuando se colocaba el "cadáver" del sacerdote en el ataúd su gato reaccionó violentamente ante los asistentes, rasguñando y arañando a los presentes. Un familiar furioso ante el insólito hecho en un momento de descuido de la familia metió al gato dentro el ataúd y procedió a cerrarlo. En el cementerio en el momento de descender el cuerpo a la fosa, se sintieron maullidos y golpes sordos que procedían del féretro. Al abrirse la caja se comprobó que el "cadáver" del sacerdote estaba vivo y que gracias a la agudeza sensorial de su mascota no fue enterrado con vida. La ciencia médica no había percibido que el estado del sacerdote era cataléptico y lo dio por muerto, pero el gato por un extraño mecanismo advirtió que su amo estaba vivo y lo demostró en forma rotunda, aunque no fue comprendido de inmediato, según cuentan las crónicas de la época.


Al paso de los años el efecto ESP en los animales ha sido aceptado casi en su totalidad y aunque no se saben los mecanismos que actúan, se sigue avanzando en los estudios e investigaciones al respecto. Si consideramos que muchos conceptos en relación con los gatos nos hacen pensar que este felino no esta dentro de lo que denominamos "salvaje", bien apreciamos que también el concepto "doméstico" es algo especial, ya que sus relaciones con el hombre son únicas en su género. Podemos recurrir a una serie de razones, las cuales las podemos englobar en los siguientes apartados. Los gatos poseen:

  • Un feroz instinto de independencia.
  • Una dignidad serena y jerárquica.
  • Una elegancia y gracia naturales lo distinguen de las especies que fueron domesticadas desde los tiempos más remotos.
De esta forma tan especial, los gatos, aquellos acompañantes de nuestros hogares han reafirmado su presencia junto al hombre. Sus inicios en cuanto a relación con el género humano fueron tortuosas, y sufrieron la incomprensión de las supersticiones y las creencias religiosas del momento, quizás por esta razón estos felinos domésticos mantienen esa actitud de independencia, de orgullo, y ancestral misterio.


Gatos: Un enigma nos acompaña en casa, por Raúl Núñez

2 comentarios:

  1. En respuesta a tu pregunta, y aunque creo que compartes la respuesta, sí, poseen percepción extrasensorial.
    La anécdota de Bruma en el vestidor puede que no sea sólo eso. Es muy posible que estuviera viendo "algo" que a tí se te escapó.

    ¿Acaso Isidora no se queda quieta en el pasillo de casa, se eriza y bufa a la oscuridad?

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  2. Cierto, ante tales hechos, me rindo.

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